Sesos a la Romana

Los sesos a la romana son un plato tradicional que destaca por su contraste único de texturas y sabores. Esta receta pone en valor la suavidad y cremosidad de los sesos, combinándolos con una cobertura crujiente y dorada que los convierte en un auténtico manjar de la cocina tradicional española y mediterránea.

El proceso comienza con una limpieza meticulosa de los sesos, eliminando todas las impurezas. Posteriormente, se hierven en agua con un toque de sal y aromáticos como laurel o perejil, lo que les aporta un sabor delicado y una base aromática. Una vez cocidos, se enfrían y se cortan en porciones uniformes para facilitar su manipulación.

Las porciones se pasan por una mezcla de harina y huevo batido, que les proporciona su característica costra crujiente. Luego, se fríen en abundante aceite caliente hasta alcanzar un dorado perfecto, logrando un equilibrio entre un interior tierno y un exterior crujiente.

Se sirven tradicionalmente acompañados de una guarnición ligera, como una ensalada fresca o patatas, aunque también es habitual añadir un toque de limón, que realza los sabores y aporta un contraste refrescante. Este plato, aunque sencillo en su preparación, es un clásico que refleja el ingenio y la riqueza de la cocina mediterránea.